La batalla de Acentejo: entre la historia y la leyenda
Francisco Javier León Álvarez (2008, 525 páginas. ISBN 978-84-612-6510-7)
Colección Biblioteca de Estudios Históricos de la Comarca Acentejo, 2.
Precio de venta: 18 euros
Francisco Javier León Álvarez (2008, 525 páginas. ISBN 978-84-612-6510-7)
Colección Biblioteca de Estudios Históricos de la Comarca Acentejo, 2.
Precio de venta: 18 euros
Uno de los acontecimientos históricos más importantes acaecidos durante la conquista de Tenerife entre los años 1494 y 1496 fue una batalla entre guanches y castellanos, que se produjo en el norte de la isla presumiblemente a finales de mayo de 1494 y que tuvo entre otros protagonistas al conquistador Alonso Fernández de Lugo y a los guanches Benchomo e Himenchia. El resultado sangriendo de la misma determinó que se aludiese a ella como "la matanza", que a su vez serviría para denominar la localidad que posteriormente se creó en ese ámbtio geográfico.
La batalla de Acentejo: entre la historia y la leyenda, de Francisco Javier León Álvarez, analiza todo lo relativo a ese choque de civilizaciones, y constituye la segunda aportación a la colección Biblioteca de Estudios Históricos de la Comarca Acentejo, iniciada en 2007 con Santa Úrsula en el marco de la Segunda Guerra Mundial: la 11ª Batería Quinta Roja, y dedicada a estudiar diversos aspectos de la referida comarca.
El lector podrá encontrar en sus más de quinientas páginas un estudio de las principales fuentes (crónicas, historias, etcétera) que a lo largo de los siglos reseñaron este enfrentamiento, tratando de esclarecer si su contenido era o no creíble, ya que muchos de sus autores copiaban a sus predecesores por desconocimiento del mismo, engrandeciéndolo y desvirtuándolo a su manera. La sombra de la contradicción abarca igualmente los capítulos dedicados tanto a la fecha en que acaeció aquella como del lugar del enfrentamiento, si bien en este último caso la presencia del barranco de Acentejo es siempre latente, aunque muchas veces sin justificaciones.
El problema fundamental ha sido separar lo que se contó de real de la batalla frente a lo fantasioso e inventado a través de un análisis comparativo, pero demostrando que, tanto las cifras de hombres que por uno y otro bando se enfrentaron, la propia batalla, las escaramuzas y las anécdotas presumiblemente asociadas a ella y otras circunstancias, son totalmente desconocidas y que los historiadores, siguiendo esas referencias de siglos anteriores -que a su vez en la mayoría de ocasiones carecen de base sólida- y la aportación de algún que otro documento con una breve referencia a ella, han elaborado diversas teorías que, en líneas generales, son muy cuestionadas.
El libro recoge también un análisis historiográfico sobre la mención a la batalla fuera de lo que hemos indicado como esas fuentes principales, proyectado hasta la actualidad, abarcando tanto la literatura como los libros de viaje, con especial atención a los trabajos de Juan Bethencourt Alfonso y Manuel de Ossuna y Van den Heede, este último como encargado de los llevados a cabo por la comisión creada por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife para dirimir dónde se produjo la batalla. Mencionar también la visita que realizó el Instituto de Canarias en 1909 al barrio de San Antonio para colocar una placa conmemorativa del enfrentamiento, además de la celebración de la denominada “Fiesta de Barranco”, de carácter nacionalista con el fin de ensalzar aquella.
Por último, el trabajo se complementa con una serie de anexos entre los cuales destacamos uno de carácter fotográfico con la reproducción de algunas de las armas que Bethencourt Alfonso encontró cerca del barranco de Acentejo y que se han asociado a la propia batalla, si bien esto no está del todo claro.
La batalla de Acentejo: entre la historia y la leyenda, de Francisco Javier León Álvarez, analiza todo lo relativo a ese choque de civilizaciones, y constituye la segunda aportación a la colección Biblioteca de Estudios Históricos de la Comarca Acentejo, iniciada en 2007 con Santa Úrsula en el marco de la Segunda Guerra Mundial: la 11ª Batería Quinta Roja, y dedicada a estudiar diversos aspectos de la referida comarca.
El lector podrá encontrar en sus más de quinientas páginas un estudio de las principales fuentes (crónicas, historias, etcétera) que a lo largo de los siglos reseñaron este enfrentamiento, tratando de esclarecer si su contenido era o no creíble, ya que muchos de sus autores copiaban a sus predecesores por desconocimiento del mismo, engrandeciéndolo y desvirtuándolo a su manera. La sombra de la contradicción abarca igualmente los capítulos dedicados tanto a la fecha en que acaeció aquella como del lugar del enfrentamiento, si bien en este último caso la presencia del barranco de Acentejo es siempre latente, aunque muchas veces sin justificaciones.
El problema fundamental ha sido separar lo que se contó de real de la batalla frente a lo fantasioso e inventado a través de un análisis comparativo, pero demostrando que, tanto las cifras de hombres que por uno y otro bando se enfrentaron, la propia batalla, las escaramuzas y las anécdotas presumiblemente asociadas a ella y otras circunstancias, son totalmente desconocidas y que los historiadores, siguiendo esas referencias de siglos anteriores -que a su vez en la mayoría de ocasiones carecen de base sólida- y la aportación de algún que otro documento con una breve referencia a ella, han elaborado diversas teorías que, en líneas generales, son muy cuestionadas.
El libro recoge también un análisis historiográfico sobre la mención a la batalla fuera de lo que hemos indicado como esas fuentes principales, proyectado hasta la actualidad, abarcando tanto la literatura como los libros de viaje, con especial atención a los trabajos de Juan Bethencourt Alfonso y Manuel de Ossuna y Van den Heede, este último como encargado de los llevados a cabo por la comisión creada por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife para dirimir dónde se produjo la batalla. Mencionar también la visita que realizó el Instituto de Canarias en 1909 al barrio de San Antonio para colocar una placa conmemorativa del enfrentamiento, además de la celebración de la denominada “Fiesta de Barranco”, de carácter nacionalista con el fin de ensalzar aquella.
Por último, el trabajo se complementa con una serie de anexos entre los cuales destacamos uno de carácter fotográfico con la reproducción de algunas de las armas que Bethencourt Alfonso encontró cerca del barranco de Acentejo y que se han asociado a la propia batalla, si bien esto no está del todo claro.